SÓLO CON QUERERLO

Sólo con quererlo,

el generoso aroma del incienso,

te envuelve y te penetra.

Sólo con que un deseo absoluto

brotando de tu corazón

atraviese encendido un instante:

los perfumes del incienso y de la rosa

se extenderán colmando,

hasta tu cuerpo físico.

Basta con desear puramente

y el mar te dará su voz,

y el árbol su enraizada y etérica energía.

Y la nube y el rayo te darán su fuerza

de fuego y aire.

Tú eres en ellos y ellos en ti.

   

Sólo con que  te fundas al Silencio

y a la Voluntad, todo se te dará:

la unidad con todas las conciencias

y todos los mundos; la radiante dulzura

de la Fraternidad Universal, en todos los grados.

Es la alegría infinita,

es una onda dulce y potente

que todo lo penetra,

extendiéndose quieta e infinitamente.

Nieves B. 1991