UN SUEÑO DEL ESPÍRITU. EL CÓNDOR Y LA PALOMA



Catedral de Valencia


Me asomo a una Iglesia antigua y muy grande, pero en vez de entrar me quedo en un amplia galería circular con arcos que la rodeaba. Es la zona de la plaza de la Virgen de Valencia y los arcos son los de la Catedral, pero en vez de estar cerrados, están abiertos  formando grandes balcones, menos el último que queda como gran puerta que da a la calle estrecha que está entre la Catedral y la Basílica de la Virgen. En el corredor de piedra había gente paseando, sentada en las repisas de los arcos conversando, niños jugando y un padre con un bebé en un carrito. Yo me quedo observándolos, sintiendo la paz de la gente.

En eso entra en el corredor una joven pareja musulmana a la que identifico porque ella lleva el típico pañuelo en la cabeza. Entonces él con un gesto autoritario indica a la mujer que se pare y se me acerca. Yo molesta por lo que acabo de ver, me predispongo a no querer hablar con él. Entonces él me pregunta sobre la iglesia, el cristianismo, o algo similar. Yo por no entrar en polémica sobre la relación que él ha establecido con su pareja y queriendo quitármelo de encima cuanto antes, le contesto con un “no sé”   “eso preguntarlo dentro”, indicándole la puerta de la Iglesia. Él se vuelve hacia su mujer y le comenta, algo así como “ves, ya te lo decía yo, los cristianos no saben nada de su religión”, y se van.

Yo me siento todavía más contrariada y me quedo mirando a la gente que estaba en la galería y sobre todo al padre haciendo monerías al bebé del carrito. Siento la alegría, la paz, el amor, la armonía que emana de sus presencias y reflexiono que eso es lo que tenía que haberle contestado. El cristianismo es saber y sentir que Dios está en cada uno de nosotros y Vivir en consecuencia con ello: Ser el Hijo de Dios que somos.
Voy abandonando la galería y en el portal que da a la calle, sobre el suelo, se posa una paloma. Me quedo mirándola y sobre su cuerpo cerca de la cola se forma un círculo de una brillante luz blanca con un centro de luz azul.

Empiezo a observar a las demás palomas y no consigo verlas con claridad. Sigo caminando y voy a dar a una calle antigua y estrecha, aunque muy luminosa  que debía estar a cierta altura porque en uno de sus lados había una barandilla. La barandilla estaba a mi lado derecho y en mi lado izquierdo parecía que estaban construyendo o derribando, porque había unos pequeños escombros y una tapia que cerraba un solar.
En eso se posa de nuevo la paloma con sus círculos concéntricos de Luz, delante de mi. Me quedo mirándola y comienzo a comunicarme con ella y le sugiero que se pose en mi brazo derecho. A lo que la paloma realiza un pequeño vuelo y se posa en él. Yo noto sus patitas y su simpatía. Pienso que si eso significa que a partir de ese momento voy a conseguir comunicarme con los otros seres o si es algo más profundo. De todas maneras las palomas son seres que están muy cercanas a nosotros y no es algo excepcional que se posen en tu brazo.

Dejo a la paloma y veo que por el lado izquierdo se acercan unas grandes aves que en un principio pienso que son garzas por su color blanco, pero me doy cuenta enseguida de que no lo son. Entonces una de ella, la más grande se posa en la tapia, mientras la otra se queda sobre los escombros un poco oculta y yo me apoyo en la barandilla a escasos metros de esta ave magnífica que yo no había visto en mi vida.
Me quedo mirando a esta ave que me recuerda a un buitre y me doy cuenta que es un “cóndor” blanco. El cóndor me observa con una mirada de sabiduría y un poco burlona esperando a ver que es lo que hago.



Intento comunicarme con ella como lo había hecho con la paloma. Veo su cabeza extraña, su cuerpo tan grande, y me pregunto si realmente está esperando que hable con ella o si está posada en frente de mi por pura casualidad.
Así que le pido que se pose en mi brazo izquierdo como demostración. Veo sus grandes patas, que en mi sueño son de un vivo color calabaza y poderosas, y las comparo con mi brazo que veo paliducho y flaco. Y pienso que estoy actuando muy temerariamente y que si accede a ello, por muy delicadamente que lo haga, ya por su propio peso me lo va a destrozar. Aún así sigo invitándole a que se pose en él. A lo que es el cóndor, el que me responde que si se posase en mi brazo no lo podría sostener. 
Entonces le sugiero que  utilice la barandilla de hierro en la que estaba apoyada. El cóndor planea y al posarse en la barandilla se cae o me entrega en mi mano izquierda una extraña y delicada pluma multicolor que me quedo observando mientras cambia de forma, color y número. También el cóndor se transforma en un maestro-chaman de unos 50 años que sigue conservando la mirada sabia y graciosa del cóndor. El chaman me pregunta que si acepto. A lo que respondo rápidamente que si.  Se aleja un poco y se acerca al otro cóndor que resulta ser otro chaman más joven.
Pero luego me doy cuenta que no sé a lo que estoy respondiendo. Pues toda los pensamientos y conversación con el chaman y lo que yo había intuido previo a la pregunta,  había sido mentalmente con lo cual no estaba segura si estaba acertada en su significado. Ellos que ya se disponían a marcharse, les paro y les digo que esperen y les pregunto que es lo que estoy aceptando. A lo que el chaman me responde, ¿todavía no has empezado y ya quieres romper el compromiso?. Yo les digo que no es eso, que si acepto pero que no sé que es lo que me están ofreciendo. Él insiste que ante mis dudas mejor pasar del tema, y yo vuelvo a contestar que si que acepto. Y me responde: bien, pero que sepas que mientras no concluyas la tarea vas a ser nuestro “rehén”. Yo les digo que vale y ellos se van.


Vuelvo a la Plaza sin saber mucha más de la nueva situación y me quedo observando las palomas que de repente emprenden el vuelo y veo el cielo con una gran bandada de palomas todas iluminadas con los círculos concéntricos blanco y azul.
   





María A.   (7 DE MAYO 2013)

Comentarios

  1. hola me llamo paloma soy chilena y me ha dejado sin palabras tu historia y con muchos sentimientos hermosos pero que van de la mano con muchas dudas ...es esta una leyenda ? o te paso de verdad ?
    seria hermoso compartir contigo ....falopita6@gmail.com = )

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    Respuestas
    1. Hola Paloma
      Como no sé si has llegado a leer el comentario que dejé en el blog, te mando este mensaje (no sé muy bien como funciona esto).
      Gracias por tus palabras, esta entrada como ya digo es un sueño de esos que son realmente vivencias y me gustó mucho, a la vez que el encuentro con el cóndor-chamán y sus palabras me dejaron muy intrigada.
      Si, me encantaría que compartiéramos nuestras vivencias.
      María

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  2. Hola Paloma
    Siento no haber visto tu comentario hasta hoy. Hace tiempo que tengo abandonado este blog.
    Este escrito como ya digo es un sueño o "una vivencia" mientras duermes. Y si, a mi me gusto y también me intrigó un poco.
    Me encantaría que compartiéramos nuestras vivencias, aunque creo que las mías están bastante reflejadas en este blog.
    Hasta pronto
    Maria

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