¿CÓMO NO IR A TI?




Latido, sangre, fuego...
Algo de Ti soy
que su destino cumple.
Obediente a él, a tu Providencia
escrita en los planetas
y en mi corazón.

Desenvolvimiento sólo,
espiral creciente hacia su Principio,
figura, imagen en tu Mente
de la que vive y nace.

No quiero ni puedo cambiar tu designio,
sería rechazar la Vida.
Una incoherencia, un agujero en el universo,
desarmonía.

Latido, sangre, fuego...
Mi vida fluye
de tus inagotables Aguas.
Estás en todas partes donde soy,
impulsándome a encontrarte,
a ser luz, a ser Tú.
Vivo, te vivo en mí
porque me amas.

¿Cómo no ir a Ti?
¿A dónde iría, a abrigar,
este infinito deseo de infinitos,
a saciarme de luz?.

Seguir, sólo seguir mi Dios,
la invisible estela
que para mí trazaste,
en tu Mente infinita y eterna.




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